lunes, 2 de noviembre de 2009

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y DESARROLLO

I. SIN INVESTIGACIÓN NO HAY DESARROLLO

Nuestro país sigue siendo informal. Aquí se hacen las cosas sin ideas, sin filosofía, sin una lógica razonable, sin visión de desarrollo nacional. Precisamente por eso, no se da importancia a la investigación científica. Se gobierna un país, una región, una localidad o una institución, sin conocerlo. Entonces se hacen las cosas sin un norte claro, sin una orientación nítida; generalmente en función de intereses grupales o individuales. En buena cuenta el país es una suma de infinidad de conveniencias grupales o personales. La propia planificación estratégica no funciona principalmente porque no responde a un estudio profundo de la realidad.

II. INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA

La investigación científica y tecnológica constituye la clave del desarrollo de todo país. Es cierto que ambas se interrelacionan, se complementan, ya que la investigación tecnológica, concretiza la investigación científica; pero, a su vez, ésta sirve de guía a aquélla. El carácter de investigación científica o tecnológica depende de si la disciplina del saber es ciencia o técnica, aunque algunas disciplinas, como la economía, son ciencia y técnica. Mientras la investigación científica busca describir, explicar y predecir la realidad, trabajando con las categorías de verdad y falsedad; la investigación tecnológica busca formular propuestas para modificar la realidad, trabajando con las categorías de eficiencia e ineficiencia.

III. EL SNIP Y LOS PROYECTOS DE INVERSIÓN

El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) fue creado el año 2000 en el gobierno de Fujimori, para amarrarle las manos al sector público y dejar el campo libre al sector privado. Posteriormente se ha venido flexibilizando esta barrera. Ahora cada institución ha creado su propia Oficina de Programación e Inversiones (OPI), que aprueba los proyectos. Hecha la ley, hecha la trampa. ¿Con qué criterios se aprueban los proyectos de inversión?. En realidad sin ningún criterio técnico. Sobre todo en las regiones y municipios, las obras se hacen por presiones de sectores populares, por expectativas de respaldo electoral o, lo que es peor, por intereses económicos de los gobernantes y funcionarios. ¿Y la OPI? Ya no filtra nada. Todo se aprueba. Los que hacen proyectos de inversión saben que para recibir esos encargos deben “arreglar” con las autoridades y algunos funcionarios, y para que se aprueben, también con los técnicos de cada OPI. Y las prioridades, las necesidades de los pueblos, el impacto en sus vidas; eso no importa. Simplemente que se hagan las obras para ganar comisiones y esperar la reelección.

IV. INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y PROYECTOS DE INVERSIÓN

Precisamente la investigación científica sirve: 1º Para conocer los problemas principales de la región o localidad, para conocer las necesidades principales y también las potencialidades; 2º Para saber cuáles son las causas principales (la raíz) de esos problemas. Sólo de este modo se podrán atacar los problemas principales desde la raíz. Entonces, sólo ahí se formulan los proyectos de inversión, sobre bases firmes y certeras. Todo lo demás es hacer proyectos ciegos, sin sustento técnico, sin lógica. Ejemplo: Proyecto canal de irrigación para ampliar las áreas de producción de cacao, cuando su productividad es bajísima. Aquí lo fundamental es asistencia técnica y financiamiento para elevar la productividad de 600 a 3,000 kilos o más por hectárea, como ya se da en algunas zonas. Entonces, el cultivo se hace atractivo, dinámico y de impacto.

V. INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y EXPERIMENTACIÓN

En algunas entidades de nivel superior, se sobrevalúa la experimentación científica en las ciencias sociales. Los experimentos son vitales en las ciencias naturales; pero en las ciencias sociales tienen notables limitaciones; por ello se habla de cuasiexperimentos. Por ejemplo, en un centro educativo se puede hacer este cusiexperimento: Se eligen dos aulas del mismo grado; en una se aplica un nuevo método y en la otra el método tradicional. Se toma una prueba de entrada y otra de salida para comparar los resultados. Pero para que el experimento sea realmente efectivo se requiere hacer investigación científica, que precise el problema académico y determine las causas principales de éste. El experimento se hace para atacar las causas principales del problema.

VI. ¿QUÉ HACER?

Un aspecto fundamental, entre otros, es saber elegir gobernantes, porque éstos son los que gobiernan o desgobiernan, escogen a sus funcionarios, escuchan o no a la población, promueven o no el desarrollo; de modo que no sean cerdos que no sepan de margaritas. El gobernante debe tener por lo menos estas cualidades:
1º Que conozca sobre gestión pública, de lo contrario será prisionero de los funcionarios o técnicos de planta.
2º Que tenga un corazón sencillo. Nada más despreciable el sujeto que cree valer más de lo que vale; entonces éste es prepotente, cree que lo puede todo, no escucha a nadie. Por eso Konosuke Matushita decía que la clave de una buena gerencia es tener un corazón sencillo.
3º Debe ser honesto. Pero cuidado con esos “puros” que pregonan honestidad cuando nunca han tenido un cargo público, no han tenido la oportunidad de demostrarlo. Esos son los peores, porque apenas agarran un cargo público meten mano y bien.
4º Debe tener inteligencia y carácter a la vez. Si sólo tiene inteligencia y no carácter es una autoridad débil; si sólo tiene carácter y no inteligencia, es un autócrata, un ser torpe, un “toro ciego”. Esos que no tienen ni carácter ni inteligencia no sirven para nada. Aunque los bribones, que están en la sombra, los prefieren para manipularlos.

(*) DOCTOR EN ECONOMÍA, PROFESOR PRINCIPAL DE LA UNAS.
www.efrainesteban.blogspot.com; efrainesteban@hotmail.com