miércoles, 19 de agosto de 2015

SUEÑOS ROTOS EN AMÉRICA LATINA

Los principales sueños rotos en América Latina son: El modelo ISI, que fracasó en llevarnos al desarrollo industrial; el estatismo, que fracasó al pretender controlarlo todo; los movimientos armados, que fracasaron en hacer la revolución;  el neoliberalismo, que ha fracasado con el fundamentalismo de mercado; la planificación estratégica, que ha fracasado pretendiendo impulsar el desarrollo; la acreditación universitaria, que está fracasando al cambiar todo, menos lo esencial. Una de las causas principales de estos sueños rotos se encuentra en la falta del análisis profundo.
El análisis profundo comprende el análisis integral y esencial. El análisis integral es un análisis multivariable, que permite ver todos los elementos de un objeto o fenómeno. El análisis integral requiere de un espíritu ponderado, equilibrado. Cuando se carece de él, solo se ve una parte, a la que se absolutiza. El análisis esencial permite identificar la naturaleza del hecho o fenómeno, las causas principales, los factores determinantes. El análisis esencial permite ver lo universal en lo singular o particular (Newton encontró una ley universal en la caída de una manzana). Mientras el análisis integral ve muchas variables; el análisis esencial ve las variables principales, determinantes.
1.   EL MODELO ISI
El modelo Industrialización por Sustitución de Importaciones (Modelo ISI) considera que la industrialización es la clave del desarrollo, que sin industrialización el desarrollo es una ilusión; pero, es solo parte de la verdad. La otra verdad es la exportación. Todos los países desarrollados, han tenido crecimiento sostenido, gracias a la industria exportadora; actualmente los países emergentes basan su poder económico en la industria para la exportación. Eso les hace competitivos en el mundo. El gran problema del modelo ISI es que fue una industrialización para el mercado interno, con proteccionismo estatal, haciendo ineficientes a las empresas industriales. Además, se satura el mercado nacional y este queda sin futuro. No se hizo el análisis profundo: integral y esencial, para implementar este modelo de desarrollo.  
2.   EL ESTATISMO
Durante el siglo XIX predominó en la economía la escuela clásica, que sostenía que el mercado es autosuficiente, porque se equilibra solo. A raíz de la gran depresión de 1929-1933, el genio de Keynes percibe que la esencia de la escuela clásica se había quebrado, ya que el mercado no se equilibra solo. Plantea la intervención del Estado, para dinamizar la economía, principalmente mediante el gasto público. Ahí surge lo que se conoce como política económica anticíclica, de modo que si la economía está en recesión, el Estado podía intervenir con políticas expansivas. Pero, nos fuimos al extremo, al intervencionismo estatista, ineficiente. Es la visión parcializada, de darle valor absoluto a las partes. Entonces el Estado usó y abusó de su poder, creando serias distorsiones como el déficit fiscal, el déficit en Balanza en Cuenta Corriente, la deuda pública externa, la hiperinflación, generando inestabilidad económica y política. No se entendió la esencia del pensamiento keynesiano.
3.   LOS MOVIMIENTOS ARMADOS
Los movimientos armados en América Latina, inspirados en el marxismo leninismo (también en el maoísmo, trotskismo, etc.), querían hacer la revolución. Pero, el gran error fue que se dejó de lado el análisis integral y esencial: Para iniciar la revolución se debía evaluar las condiciones objetivas y subjetivas, que los teóricos señalaban. Cuando hay profunda crisis económica, política y social decimos que si hay condiciones objetivas. Las condiciones subjetivas son: El nivel de conciencia del pueblo, que es el protagonista de la historia, según esta teoría. En Rusia, el imperio zarista estaba en crisis aguda, con una economía colapsada, en el marco de la I Guerra Mundial. China, después de la intervención japonesa, se encontraba en cruenta guerra civil, con una economía hiperinflacionaria, caótica. En Cuba, la dictadura de Batista estaba en crisis insostenible. En estas revoluciones ha habido política de alianzas; una combinación magistral de lo militar, político y legal; gran respaldo popular.
4.    EL NEOLIBERALISMO
Después vino el contragolpe neoliberal. Estamos marcados por el extremismo, por el fundamentalismo: Primero de mercado, luego de Estado, después el armado, ahora nuevamente de mercado. Se descalifica al Estado, llegando al extremismo de querer aniquilarlo. Antes el Estado lo era todo, ahora el mercado lo es todo. Perdiendo de vista el enfoque integral, sistémico, donde cada elemento es relativo y no absoluto, importante pero en coparticipación con los otros elementos. Lo peor de todo es que el neoliberalismo condena a todos los países en desarrollo a ser eternamente primario-exportadores, sin capacidad de desarrollar industria exportadora. El crecimiento sostenido de los países emergentes, sin las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), es la mejor prueba del fracaso del modelo neoliberal (imperial, absolutista, colonial). Estados Unidos ahora se encuentra en crisis estructural; ya perdió el liderazgo frente a China. A excepción de Brasil, América Latina sigue creyendo en el modelo primario exportador. No se comprende que el modelo Industrial Exportador Sostenible (Modelo INDES) es el camino del desarrollo de nuestros países.
Solo Dios es absoluto, el ser humano es relativo. Por eso, el absolutismo conduce al desastre social. Es absurdo ser absolutista, monárquico, monopólico, monocorde, etc. No existe una varita mágica, una medida salvadora. La solución está siempre en el equilibrio, en la ponderación, en la complementariedad de varios factores. El mundo tiene una concepción binaria, que cree que solo existen dos elementos extremos: El mercado y el Estado, el blanco y el negro, la derecha y la izquierda, etc. En lo social nada es absoluto; pero, el hombre soberbio cree que el extremo que el maneja o tiene, es absoluto. En ese contexto, el imperio americano y las clases dominantes de los países latinoamericanos, siempre creyeron que el neoliberalismo tiene un valor absoluto y todo aquel que se oponga, es porque está en el otro extremo: comunista, estatista, terrorista, etc. Pero, lo cierto es que entre el mercado y el Estado hay muchas posiciones intermedias, entre el blanco y el negro hay millones de franjas cromáticas, entre la derecha y la izquierda está el centro y muchas opciones más. Considero que entre tantas posiciones extremistas, el equilibrio es divino. Felizmente, hoy día los economistas más sensatos del mundo (entre ellos algunos permios Nobel, como Stilglitz, Krugman) plantean un enfoque ponderado, moderado, equilibrado.
5.   EL PLAN ESTRATÉGICO
El Plan estratégico ha llegado a Perú con grandes expectativas. Muchos creímos que se impulsaría el desarrollo. Pero, no entendimos su esencia y lo implantamos con mucha criollada; trabajando a la ligera, sin captar su esencia. No entendimos lo que es la visión. El propósito de la visión es servir de impulso, de motivación, para cumplir con la misión; para ello debía ser clara, precisa y viable. Nos trazamos visiones confusas, quiméricas, que lejos de impulsarnos nos han paralizado. El CEPLAN mismo, en el Plan del Bicentenario, no formula la visión de país o el modelo de desarrollo nacional. Este elemento que es vital para el desarrollo no existe. En setiembre del 2014, en la Universidad Nacional de San Martín, en un Foro Regional, a un funcionario de CEPLAN le cuestioné este gravísimo vacío. Me respondió, con criollada, que el modelo es: Economía social de mercado. Le demostré que eso no es modelo de desarrollo; que es una doctrina económica.
Tampoco entendimos lo que es estratégico. Este término, que viene del campo militar, significa: que determina la guerra. En la planificación, es lo que determina el desarrollo, lo que garantiza el logro de la visión. Entonces, ni todos los ejes, ni todas las actividades, son estratégicos. Hace falta una gran capacidad de análisis para identificar cuáles son estratégicos. En buena cuenta lo estratégico es lo esencial. Cuando consideramos a todos los ejes y todas las actividades como estratégicos, el poco presupuesto se diluye. Y de este modo solo resultamos tocando los síntomas de los problemas y seguimos conviviendo con los males institucionales que se vuelven crónicos, como las enfermedades. Los pacientes se hacen farmacodependientes; en las instituciones nos hacemos maquidependientes (dependientes de maquillajes sociales).
6.    LA ACREDITACIÓN UNIVERSITARIA
Todos estamos esperanzados en que la acreditación impulsará el desarrollo de las universidades. Pero, he percibido que se trata de un proceso burocrático, que busca cambiar todo, menos la esencia. En enero del 2014, en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, en una reunión con el representante del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) de Colombia le dije: Que este proceso era como acreditar a una academia de baile, donde se evalúa: Planes, sistemas, local, pista de baile, vestuario, nutrición, equipo de sonido, etc., pero la calidad del maestro y los alumnos era igual, por lo que los graduados seguirán bailando como antes. En efecto, ahora ya vemos carreras acreditadas en distintas universidades del país. Pero, en estas carreras acreditadas todo sigue igual. Necesitamos identificar los elementos principales,  los aspectos determinantes, la esencia del problema.
La acreditación tiene que hacerse de todos modos. Ahí no queda ninguna duda, ni vacilación. Pero, se debe hacer el análisis profundo, para comprender la esencia, para identificar los grandes objetivos, para señalar las actividades precisas que permitan alcanzar esos objetivos. Se trata de impulsar significativamente la formación profesional y la investigación en las universidades. La esencia de la universidad está ahí; si no se cambia verdaderamente la esencia, será un sueño roto más.
Elevemos nuestra mirada, reformulemos nuestros sueños, dejemos la viveza criolla, la superficialidad, la apariencia; hagamos el análisis profundo, trabajemos con más seriedad, con más humildad. Parafraseando a Vallejo diría: Hay, hermanos, muchísimo que hacer, muchísimo que pensar.