martes, 4 de marzo de 2014

¿POR QUÉ FRACASAN LOS GOBIERNOS?

Ante todo aclaro que con este artículo no pretendo atacar, ni avalar, a nadie en particular. Son observaciones y propuestas de modo general. Una primera cuestión, es la referente a la brecha entre las expectativas de la población en el próximo gobernante (altas) y la realidad del gobierno (bajas), la que produce insatisfacción. El pueblo debe elegir bien y después estar siempre vigilante. No se trata solo de elegir y esperar lo que viene. Necesitamos una cultura democrática, para estar comprometidos con el desarrollo y el gobierno de una institución, del distrito, de la provincia, de la región y del país.
En mi opinión, los gobiernos fracasan por una suma de errores. 1° Los gobernantes gobiernan de espaldas a la realidad, porque ignoran y no se interesan en conocer la realidad, ni en escuchar a los demás para informarse. 2° Tienen una concepción social (mentalidad) autocrática, monárquica, que solo busca aprovecharse del cargo, como seres metalizados, parasitarios. 3° No tienen visión de desarrollo; no solo que no les interesa el desarrollo, sino que, además, tienen incompetencia para plantear cambios, reformas. 4° Tienen políticas erróneas o carecen de ellas, con un gobierno que va a la deriva, con la rutina de siempre. 5° Gestión administrativa improvisada, chicha, con funcionarios de bajo nivel, relegando a los mejores técnicos de la institución o del ámbito de gobierno.
I. CONDICIONES OBJETIVAS (CONOCER)
Cada ámbito de gobierno (institución o zona geográfica) tiene determinadas condiciones que son objetivas, que no dependen de la voluntad de los gobernantes. Por ejemplo se trata del estado de las carreteras, de la característica de los suelos, del clima, de los precios internacionales, de las restricciones presupuestales, de los problemas principales y lo más importante: de la fuerza de la costumbre. Es deber del futuro gobernante conocer en detalle y profundidad esta realidad, de lo contrario no atacará de raíz a estos problemas, irá rumbo al fracaso.
II. CONCEPCIÓN SOCIAL (SENTIR)
Cada persona tiene determinada concepción mental-social. La biblia dice: “El origen de todos los males está en adorar al dinero y no a Dios”. El futuro gobernante que no ama realmente a Dios, ni al prójimo, carece de principios, ideales, valores, y no podrá gobernar con justeza, con sabiduría.
El angurriento es una lacra como persona y un desastre como gobernante. Keynes hablaba de “animal spirits” (espíritus animales), yo hablaría de “animal brains” (cerebros animales) o “animal cerebrus”, que cultivan solo su cuerpo y no su alma, que se dejan llevar por sus placeres materiales o bajas pasiones, no por ideales y principios. El angurriento como no ama a Dios, ni al prójimo, es absolutista, déspota, prepotente, antidemocrático.  Es soberbio, por eso le encantan los ayayeros y rechaza a los buenos técnicos. El absolutismo es la peor lacra de la sociedad, pues impide el desarrollo social e incluso personal. El absolutismo bloquea el desarrollo, frena el progreso. El Perú ha vivido del absolutismo inca al absolutismo colonial y de éste al absolutismo republicano. Las grandes revoluciones, como la inglesa y francesa, tuvieron éxito porque derrotaron al absolutismo. Se requieren gobernantes con respeto por las ideas ajenas, por la pluralidad, por la democracia. Solo la libertad y la democracia abren las puertas al desarrollo económico, político, educativo.
Una tara absolutista es, por ejemplo, hacer estudios y obras con la misma argolla, a precios sobrevaluados y con gran demora (si se ejecutaran con el concurso libre de proyectistas y constructoras se harían obras de más calidad, a menor costo y en menor tiempo). La angurria de estos gobernantes les lleva a “amarrar” las obras en un círculo cerrado y ahí está el problema.
III.VISIÓN DE DESARROLLO (VER)
Todo gobernante debe ser visionario, debe ver “más lejos, más amplio y más profundo”, sino está perdido, no sabrá a donde va. Debe tener visión de futuro, de largo plazo. Claro, a un angurriento no le interesa todo esto, porque solo ve el gobierno como el negocio de su vida; se enamora tanto del poder y del dinero, que pierde noción del tiempo y del espacio (se desubica y cree que el gobierno será para siempre, que él lo puede todo).
El desarrollo es una ley natural. Todo existe para moverse y desarrollarse. Los visionarios identifican los grandes problemas para solucionarlos; están convencidos de que para grandes problemas, grandes soluciones. La mayoría de gobernantes tienen solo interés económico y se dedican a sembrar fierro y cemento, porque ahí está el negocio. El desarrollo es mucho más que eso. Por ejemplo en educación y salud se trata de mejorar sustancialmente la calidad de la educación y de los servicios de salud, mejorando el capital humano (profesores y personal de salud), con mejor equipamiento, educando a los padres y pacientes para que cooperen. En el agro se trata de dinamizar la producción agraria y mejorar los ingresos de los agricultores, con proyectos productivos que comprendan carreteras, manejo tecnológico, estudios de rentabilidad, créditos, educación, asociatividad.
Tener visión de desarrollo no es solo hablar del tema, es trabajar con fines y objetivos, con programas mínimos. Para hacer posible es necesario hacer alianzas, coaliciones, que busquen un Acuerdo Regional. Todos los países para desarrollarse lo han hecho. La revolución gloriosa de 1688 (Inglaterra), la independencia americana de 1776, la revolución francesa de 1789, no hubieran sido posibles sin una visión de desarrollo, sin una política de alianzas. En una campaña electoral basada en insultos, calumnias, agresiones y millones, nunca gana el mejor; sino, a veces, el peor. Necesitamos una campaña democrática basada en ideas, propuestas y programas.
IV.POLÍTICAS DE GOBIERNO (PENSAR)
Las políticas corresponden estrictamente a los gobernantes, mientras que la gestión a los ejecutivos, funcionarios. Las políticas son los grandes lineamientos, los grandes objetivos, que traza la autoridad. Si no hay políticas no se sabe a dónde va el gobierno, y es prisionero de las circunstancias, de la rutina burocrática. Un buen gobernante tiene un Plan de Gobierno claro, preciso y sencillo. Estas políticas incluyen las medidas a tomar (medios para ejecutar las políticas y alcanzar los grandes objetivos), pero también estrategias de cómo hacerlos viables. Un gobernante sin ideas, sin principios, genera su propio “montesinos” que lo maneje.
V.GESTIÓN ADMINISTRATIVA (HACER)
Ni la visión de desarrollo, ni las políticas funcionan si hay desconocimiento en gestión administrativa, si no existe un sólido equipo técnico. Este equipo deberá formular el Plan de Desarrollo, con los lineamientos trazados por la autoridad. Por eso, insisto, es fundamental contar con buenos cuadros profesionales y técnicos, honestos y eficientes. Solo un equipo sólido garantiza una gestión técnica, seria, con instrumentos e indicadores de gestión. De lo contrario, el fracaso se hace inevitable.