lunes, 11 de mayo de 2015

LA VIVEZA CRIOLLA TRABA EL DESARROLLO NACIONAL

I.   ¿QUÉ ES VIVEZA CRIOLLA?
    La viveza criolla es una herencia colonial. Los criollos fueron gente con doble moral, que vivían del Perú, pero amaban a la corona española. En la lucha por la independencia siempre estuvieron a favor de la corona, pero cuando el país se libera se reacomodan; por eso, nunca tuvieron identidad propia. Eran expertos en engañar, aparentar; no fueron buenos académicos, ni brillantes pensadores; no fueron emprendedores porque les gustaba la vida fácil, con el apoyo del gobierno. Gandhi decía: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”. Pero la criollada rechaza el esfuerzo. La criollada se resume en: Lograr más, sin esforzarse; tratar de parecer más, sin serlo.
   El drama del Perú es que casi todos quieren lograr sin esforzarse, tratan de parecer más de lo que son. Jesús, el hijo de Dios,  fue grande y profundamente sencillo. Siendo hijo de Dios nació de una madre humilde, en un pesebre; en la cumbre de su popularidad, ingresa a Jerusalén en un burro; siempre estaba con el corazón abierto al prójimo. Sobre la sencillez, la biblia dice: “El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro: Y al hombre la boca del que lo alaba” (Proverbios 27:21). 
II. LA TRAMPA DE LA VIVEZA CRIOLLA
  La trampa de la viveza criolla es que no permite desarrollarnos. La clave del desarrollo personal es  el esfuerzo, la dedicación; al buscar la vida fácil, bloqueamos nuestro desarrollo. La criollada al ser superficial y no profundo, al querer parecer y no ser, impide el desarrollo. Asimismo, la viveza criolla es amante de grupos cerrados para el beneficio de pocos; por eso forman argollas de poder, con la finalidad de manipular a la mayoría. Y, de este modo, no se desarrollan ni manipuladores, ni manipulados. La viveza criolla y el grupismo son aliados perfectos. La gente vive de apariencias, esconde sus limitaciones. Hace falta un sinceramiento, acabar con toda apariencia, una ubicación real, "bajar de las nubes"; para, desde ahí, desarrollarse.
III. VIVEZA CRIOLLA EN LAS UNIVERSIDADES
     La viveza criolla es proclive a elaborar frases y clichés; no a desarrollar  ideas, teorías. Son perezosos para pensar, pero ágiles en decir cosas, en poner adjetivos; son fabricantes de leyendas negras para sus enemigos. Siempre buscan ocultar sus limitaciones y exagerar sus pocas virtudes. Entre sus exageraciones está considerarse científicos, sin tener aportes científicos. En el proceso de acreditación la criollada se queda en lo burocrático, superficial, sin  cambiar lo esencial: La calidad de la formación profesional y la investigación. En realidad la posición de una universidad en el ranking mundial ya es un buen resultado. Debemos trabajar por una acreditación que mejore la esencia de la universidad y eleve nuestra ubicación en el ranking. Para cargos públicos, la criollada se inclina por la conveniencia personal, no por intereses institucionales; sus preferidos son los manipulables, para que no haya control, ni cambios. El alabarse y denigrar a los demás es también una criollada, porque busca hacer creer que es mejor. 
IV. VIVEZA CRIOLLA EN LOS GOBIERNOS
    Se ha hecho “ley” el diezmo que las autoridades reciben por contratación de obras o adquisición de bienes. Previamente, la viveza criolla los sobrevaloran. Y para darles viabilidad se formula el “Plan cemento”, como si fuera el Plan de Desarrollo (otra criollada). En campaña electoral, los candidatos muestran mucho cinismo e hipocresía. La viveza criolla está en pretender hacer creer lo que no son, en decir lo que no sienten, en ofrecer lo que no harán. En las bases, la criollada grita contra la corrupción, pero están con otros corruptos, lo que prueba que solo esperan su turno. Otra viveza criolla es cuando un ex gobernante pide que le levanten su secreto bancario, teniendo depósitos en cuentas secretas, en paraísos financieros. 
V. VIVEZA CRIOLLA EN EL DESARROLLO
   La viveza criolla es uno de los principales enemigos del desarrollo. Por ejemplo, una viveza criolla es formular el Plan del Bicentenario sin incluir lo esencial: El modelo de desarrollo nacional. Si no existe este modelo, que es una especie de visión de país, no existe plan verdadero; todo lo demás es una criollada, para dar la apariencia de documento serio. Una criollada es también la propuesta del ingreso del Perú a la OCDE, que es un grupo de países desarrollados, para ocultar nuestro modelo primario exportador. Se hace para dar una apariencia de desarrollo. Otra criollada es decir que no necesitamos cancelar la deuda externa del país (que  genera gastos de unos 5 mil millones de dólares anuales), porque está de acuerdo a estándares internacionales. Pero se olvida que la nutrición, la educación, la salud, la pobreza, etc. del país, no están de acuerdo a esos estándares.
   En general, las teorías o métodos no funcionan en el país, porque se hace una aplicación mecánica, sin análisis profundo, sin trabajo serio. Por ejemplo, el Plan Estratégico no logró los resultados esperados. Es la viveza criolla la que impide que funcione. 1° No comprendemos lo estratégico. Lo estratégico es lo determinante, y no todos los ejes, ni actividades, lo son. 2° Por lo general, la visión es una utopía confusa; cuando debe ser clara y viable, para que sirva de impulso. 3° Los talleres participativos sirven de poco, porque no es un escenario que permite decir la verdad públicamente, en un país acostumbrado a hablar a media voz, a espaldas. 4° No se hace un análisis profundo de las causas de los problemas; por eso, aún persisten. Necesitamos derrotar la viveza criolla, ser auténticos, ser más y no parecer, esforzarse más, pensar mucho más, para desarrollarnos y desarrollar al país.


No hay comentarios:

Publicar un comentario